Cuatro pueblos, cinco lugares, cinco personajes, cientos de obras que contemplar… Y una sola historia. Esa es la propuesta de Campos del Renacimiento, un novedoso concepto de museo (museo territorial) que pretende impulsar económica y turísticamente un territorio cargado de cultura, de fe, de arte y de Historia, con mayúscula.
No en vano, podría decirse que la historia del arte renacentista en España comienza aquí, de la mano de uno de los protagonistas de este relato: Pedro Berruguete. Pero antes de hablar de él, empecemos por el principio. Porque esta historia, este viaje, empieza en Becerril de Campos, para continuar en Paredes de Nava, Cisneros y concluir en Fuentes de Nava.
El punto de partida de Campos del Renacimiento es la localidad de Becerril de Campos, municipio histórico situado a 15 kilómetros al noroeste de la capital palentina. Allí encontramos la Iglesia de Santa María, que acoge la propuesta expositiva titulada ‘Tierra de María’. Esta iglesia alberga obras de Pedro Berruguete y una importante colección de quien fuera vecino de la localidad, Alejo de Vahía. Esta primera sede, ya convertida en museo en el año 1973, cuenta, además, con tallas de Juan de Juni y Francisco Giralte y se caracteriza por ser un edificio en el que aprecia su estilo predominantemente gótico junto a restos románicos e incorporaciones renacentistas y barrocas.
Alejo de Vahía es uno de los maestros más enigmáticos de finales de siglo XV y principios del XVI. De origen nórdico, este personaje fue vecino de Becerril de campos, donde trabajó intensamente y dejó un gran número de obras. Alejo de Vahía no firmaba sus obras, por lo que su figura ha sido reconstruida en torno a los detalles comunes y un estilo muy personal en su obra. La iglesia de Santa María, sede del museo territorial Campos del Renacimiento acoge la mayor colección de obras de este escultor, sumando hasta 23 esculturas atribuidas a Alejo de Vahía.
Además de visitar la sede del museo en esta localidad, se pueden disfrutar otros atractivos artísticos de altísimo valor, como la plaza porticada de Becerril, los restos de su antigua muralla, la iglesia mudéjar de San Martín, la iglesia de San Miguel o la de San Pedro Cultural.
Parada obligatoria es también el Canal de Castilla a su paso por la localidad, donde se puede ver uno de sus tres ramales, el denominado Ramal de Campos. Este se integra de manera plena en el casco urbano de Becerril y, sobre él, está edificado el Puente de San Juan.
‘Nuestra Iglesia’ es el epígrafe que da nombre a las piezas expuestas en esta tercera parada de la muestra, que están ubicadas, en este caso, en todos los espacios que conforman la iglesia de San Pedro y que han sido intervenidos para formar parte del itinerario museístico. Presenta un discurso narrativo organizado en tres bloques. El primer apartado nos adentra en la historia de la localidad desde los primeros pobladores; el segundo y más amplio está integrado por un numeroso conjunto de obras de arte, fundamentalmente esculturas, que nos servirán para entender la importancia que ha tenido la Iglesia para las gentes de estas tierras. Finalmente, el tercer bloque incluye una buena muestra de piezas de orfebrería.
La visita a la iglesia de San Pedro se complementa con una proyección audiovisual bajo el grandioso retablo mayor, obra de Francisco Giralte. Destaca aquí, igualmente, la figura del Cardenal Cisneros, quien llegó a gobernar la Corona de Castilla en dos ocasiones y cuyos antepasados provenían de esta villa.
La segunda sede en Cisneros es la iglesia de San Facundo y San Primitivo, que acoge, junto a la iglesia de Santa María de Fuentes de Nava, el Centro de Interpretación de las Techumbres Mudéjares. La riqueza artística de este tipo de elementos dentro de la provincia de Palencia queda constatada en el amplio número de artesonados mudéjares que se han conservado, de entre los cuales destacan, por su calidad y belleza, los pertenecientes a este templo, restaurados por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León durante los años 2010 y 2011.
Francisco Jiménez de Cisneros fue un arzobispo y cardenal que se dedicó a reformar la religión y a impulsar la cultura y el saber. Aunque nacido en Torrelaguna, sus raíces proceden de la localidad palentina de Cisneros, donde se encuentran enterrados algunos de sus familiares. El cardenal Cisneros se formó entre Burgos, Madrid, Salamanca y Roma, educación que le llevó a ingresar en la Orden Franciscana y, más adelante, a convertirse en confesor de la reina Isabel y Provincial de esta misma orden, en la cual llevó a cabo una gran reforma.
En cuanto al ámbito cultural, el Cardenal Cisneros llevó a cabo grandes obras, como la fundación de la primera universidad renacentista, la Universidad Complutense de Alcalá de Henares o la edición de una Biblia que incorporaba junto a sus idiomas originales una traducción al latín. Sin duda, es uno de los personajes clave en la historia del Renacimiento y de España en general.
Además de las dos sedes del Museo Territorial Campos del Renacimiento, en Cisneros se pueden visitar otros dos museos que permiten comprender mucho mejor la historia y cultura de esta localidad. Son el Museo de Oficios Desaparecidos y el Museo de la Danza. Cisneros cuenta con un grupo de danza propio que realiza bailes tradicionales de la zona, entre los que destaca la Danza del Paloteo, el cual se representa a principios de septiembre en sus fiestas en honor a la Virgen del Castillo.