Virgen del Castillo, obra anónima del siglo XIII - Campos del Renacimiento

20 Ene

BECERRIL DE CAMPOS (20 de enero-26 de marzo de 2023)

En 2023 continuamos con la iniciativa de compartir con todos los visitantes del Museo Territorial Campos del Renacimiento obras invitadas inéditas. En esta ocasión tiene lugar en la iglesia de Santa María de Becerril de Campos, donde permanecerá expuesta la escultura en madera policromada Virgen del Castillo, obra anónima del siglo XIII. La pieza, procedente de la iglesia parroquial de Santa Eufemia de Autillo de Campos, Palencia, podrá contemplarse desde el 20 de enero hasta el 26 de marzo de 2023.

SOBRE LA OBRA

En la iglesia parroquial de Santa Eufemia de Autillo de Campos, localidad palentina situada en al suroeste de la provincia y cercana a la localidad de Fuentes de Nava, una de las sedes del Museo Territorial Campos del Renacimiento, se conserva esta escultura románica de carácter devocional cuya composición e iconografía corresponde a la espiritualidad del siglo XIII. Temporalmente se ha ubicado la talla en la Nave del Evangelio de esta iglesia de Santa María, cuyo origen corresponde al siglo XII, de estilo románico. Así pues, muro y obra, se interrelacionan para transmitirnos la idea de la función y devoción litúrgica de una misma época.

A lo largo de la Historia del Arte Cristiano, la representación de la Virgen con el Niño ha sido una de las más frecuentes entre las imágenes marianas. Encontramos su imagen desde el arte paleocristiano, consolidándose la presencia de la Madre de Dios tras el Concilio de Éfeso (431), cuando se define el dogma de la Virgen María. La presencia de la Virgen en la civilización occidental supone la vasta historia de las transformaciones teológicas de cada periodo histórico. La devoción mariana se afianza a partir del siglo XI coincidiendo con el desarrollo del arte románico y con la difusión  de la doctrina cisterciense. Su iconografía y composición se basa en la información transmitida por los Cuatro Evangelios, la interpretación del Libro del Apocalipsis y los Libros Apócrifos.

Esta obra se enmarca dentro de la iconografía románica mariana como Virgen sedente que actúa como trono de su propio Hijo. Su composición sigue los cánones románicos de trono de la sabiduría (sedes sapientiae), de tradición bizantina. La posición de la Madre y el Niño es de absoluta frontalidad y rigidez, con la mirada hacia el espectador, pues no existe ningún tipo de interacción entre la Madre y su Hijo.  La Virgen–trono, porta en la mano derecha una poma. El Niño, sentado sobre la rodilla izquierda de la madre, sujeta con su mano izquierda un libro cerrado símbolo de ser fuente de sabiduría,  mientras que con la derecha se muestra en actitud de bendecir con el dedo índice y corazón alzados al cielo. La Virgen sostiene a su Hijo con la mano derecha, pero más que un gesto de protección, parece que el brazo de la Virgen “enmarca” la figura del Niño.

Madre e Hijo visten atuendos policromados en dorado realzando el mensaje de luz y esperanza de la fe católica, del Niño como Salvador. Además, el perno que sobresale de la cabeza del Niño, nos hace pensar que en algún momento estuvo coronado, indicando su descendencia de linaje real. Según la tradición, Fernando III oraba ante esta imagen.

Puede observar las grandes diferencias estilísticas que presenta en comparación con la talla situada al lado, obra del maestro Juan de Juni y realizada ya en pleno siglo XVI. Dos obras de épocas distintas que ajustan su estilo y composición a los cánones artísticos de su respectivo momento histórico. Por un lado, la románica, Virgen-trono por excelencia, de sencilla factura en la que Madre e Hijo, ambos de cabellos morenos y cuyas túnicas ocultan todas las partes de su cuerpo, se muestran en su exclusiva función espiritual. Por otro, en la obra renacentista, Madre e Hijo presentan cabellos dorados y unos ropajes donde se aprecia el movimiento de los pliegues. Un Niño que muestra su voluminoso cuerpo desnudo mientras existe una relación materno-filial.

Qué duda cabe, dos Vírgenes con el Niño de distintas épocas, de distinta composición y estilo, pero cuyo mensaje e idea es la misma: la espiritualidad de la fe católica transmitiendo la idea de que la Virgen María, Madre del Jesús, sostiene y muestra a su Hijo, que se hizo hombre para redimir a la humanidad.

Sobre la iniciativa

Esta iniciativa es parte de la actividad cultural que desarrolla el Museo Territorial. Campos del Renacimiento. Durante tres meses, coincidiendo aproximadamente con el desarrollo de cada una de las estaciones, se presentará una obra de arte que estará expuesta en una de las localidades que conforman este Museo. De este modo cada año el Museo recibirá una obra en cada una de las localidades (Becerril de Campos, Paredes de Nava, Cisneros y Fuentes de Nava). El objetivo fundamental es que el Museo se muestre como una institución viva que ofrece distintas actividades a lo largo del año y a su vez poner en valor el destacado patrimonio palentino que es altamente estimable pero que en algunos casos pasa desapercibido o no es accesible por encontrarse en espacios que no tienen un horario de apertura regular.

DATOS TÉCNICOS DE LA OBRA

  • Virgen del Castillo
    • Autor desconocido
    • Siglo XIII
    • Madera policromada
    • Iglesia de Santa Eufemia (Autillo de Campos, Palencia)

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